Comparte para dar Visibilidad a la Radiología Médica:
Esto es en especial esencial por el hecho de que cualquier movimiento puede desdibujar las imágenes y hacerlas menos útiles para el diagnóstico. Las radiografías o rayos X son una manera de radiación electromagnética que, de la misma la luz visible, puede atravesar objetos y registrar imágenes de construcciones internas. En el contexto veterinario, las radiografías se utilizan para observar los huesos, los órganos y otras construcciones internas de los perros, proporcionando una imagen invaluable que no podría ser observada de otro modo. Son imágenes médicas que hoy en día representan la mejor forma para descubrir probables anomalías en nuestras mascotas.

Para empezar, los rayos X de los gatos son como los habituales rayos X humanos, utilizados para ver fracturas de huesos, trabajos dentales, etcétera. Si la obstrucción es parcial, el líquido de contraste en ocasiones puede delinear el cuerpo extraño. De tratarse de una obstrucción total, normalmente el líquido no va a poder pasar. Asimismo posiblemente el líquido de contraste rodee el cuerpo extraño, de modo que se puedan distinguir sus contornos. Ahora se proporciona más información sobre cada uno de estos tipos de radiografías.
Las radiografías para gatos son totalmente indoloras, pero algunos gatos tienen la posibilidad de favorecerse de la sedación para reducir la ansiedad y el agobio. En una radiografía de contraste se toman 2 imágenes en todos y cada exploración. Ya que la exploración se reitera a lo largo de múltiples horas, se frecuenta ingresar al animal en el hospital o la clínica veterinarios. Mediante una ecografía asimismo se puede detectar la presencia de cuerpos extraños en el tracto gastrointestinal y evaluar la motilidad intestinal.
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La sedación asimismo puede ser precisa si el gato respira con la boca abierta debido a inconvenientes respiratorios graves. Se puede administrar un sedante despacio para asistir al paciente a relajarse sin perjudicar su aptitud para respirar. Las buenas radiografías ayudan a su veterinario a hacer un diagnóstico y un plan de régimen mucho más precisos para su gatito. Debido a la proporción de tiempo y la proporción de radiografías requeridas para una serie de bario, el valor suele ser cuando menos el doble del valor de una investigación abdominal. La radiografía de un gato es una imagen bidimensional de un objeto tridimensional. Las vistas más frecuentes son una vista lateral, que es el gato acostado de lado, y una vista ventrodorsal (VD), con el gatito acostado boca arriba.
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En estos casos, otras imágenes de diagnóstico como la resonancia imantada y la ecografía son más buenas. Este género laboratório de análises clínicas veterinária pruebas nos permiten con muy alta seguridad formular un diagnóstico en relación al estado de salud del animal advirtiéndonos si no estuviera todo lo sano que debiese. Las primordiales modificaciones que se tienen la posibilidad de apreciar en la ecografía del hígado son los cambios de tamaño (la mayor parte de las ocasiones, hepatomegalia) y de ecogenicidad o la existencia de nódulos o masas. La ecografía es una prueba muy sensible para detectar modificaciones del parénquima, pero no es específica, con lo que cualquier cambio detectado se debe interpretar teniendo en cuenta los signos clínicos. Por poner un ejemplo, una hepatomegalia hiperecogénica puede hacernos dudar una lipidosis en un gato con ictericia, al tiempo que es un hallazgo frecuente en el perro con diabetes. En concreto, en estos dos casos, el parénquima hepático asimismo va a ser hiperatenuante (Figura 4).
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La radiología es una herramienta ampliamente utilizada en la clínica veterinaria ya que es una técnica no invasiva para el animal y que, muchas veces, contribuye la información definitiva que necesitamos para llegar a un diagnóstico correcto. Pero para poder conseguirlo debemos asegurar la obtención de imágenes radiográficas de calidad, que reflejen con lealtad las estructuras anatómicas a estudiar. Las radiografías o rayos X son una forma de radiación electromagnética que, al igual que la luz visible, puede atravesar elementos y registrar imágenes de construcciones internas. En el contexto veterinario, las radiografías se utilizan para ver los huesos, los órganos y otras estructuras internas de los perros, ofreciendo una imagen invaluable que no podría ser observada de otra manera. Se utilizaron perros con EVM en estadio B1 o B2 (y sepa en consecuencia de signos clínicos y fallo cardiaco) que tenían efectuada ecocardiografía y radiografía torácica. Las radiografías fueron evaluadas por un radiólogo (sin conocimiento previo del estadio) y se determinó el índice de Buchanan (vertebral heart score - VHS) y el tamaño del índice atrio izquierdo-vertebral (vertebral left atrial size – VLAS).